Tu salón da miedo de lo bonito que es

El aire empieza a cambiar. Ya no es verano, pero tampoco ha llegado el frío de verdad. Octubre es ese mes de transición donde apetece quedarse en casa, bajar un poco el ritmo, dejar entrar luz dorada por las ventanas y redescubrir los espacios que habitamos a diario.

Tu salón, por ejemplo. ¿Y si lo transformas en un refugio cálido y acogedor sin complicarte demasiado?

Empieza por el sofá. Un sofá en tono beige arena, como el Sofá Roncal, puede ser suficiente para anclar toda la atmósfera. Su diseño de líneas suaves y forma envolvente invita a relajarse, mientras que su color neutro aporta serenidad y amplitud al espacio. No es solo un tono bonito: es equilibrio y calma. Lo combinas con unos cojines en lino natural y una manta en tonos tierra o gris claro, y el ambiente empieza a respirar ese efecto “hogar dulce hogar”.

Luego, la luz. No subestimes el poder de una lámpara de pantalla beige o una guirnalda tenue sobre la estantería. La iluminación puede hacer que tu salón parezca una escena de película (de las buenas, no de miedo). Y si añades unas velas de cera natural con aroma a madera o canela, aún mejor.

En una esquina, un cesto de mimbre con ramas secas, eucalipto o un jarrón con hojas de parra rojizas. Y al fondo, una alfombra suave, de esas que pisan descalzos y retienen el calor justo.

Tips extra para este octubre:

• Cambia las fundas de los cojines por texturas otoñales: pana fina, algodón lavado o mezcla de lino.
• Agrupa velas de distintos tamaños en una bandeja de madera.
• Añade un cuadro con paleta de ocres o una ilustración botánica.
• Coloca una manta plaid con flecos al final del sofá: no falla.

Este octubre, olvídate de los disfraces. Lo verdaderamente impactante es un salón bonito, vivido, que hable de ti sin palabras. Uno al que da gusto volver cada día. En Sofás Home tenemos las piezas para ayudarte a conseguirlo. Lo demás es cosa tuya… y de la magia del otoño.

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